Recóndito Sur
Autores: Gandino, Juana
Vera Pedraza, Julián
Cátedra: Taller AVB, FADU, UBA
Nivel: Proyecto Urbano
Año: 2018
Del sector de la ciudad de Buenos Aires comprendido entre:
La calle Vieytes (Barracas) y la Av. Bartolomé Mitre (Avellaneda) al Este;
la Av. Pres. Hipólito Yrigoyen, la calle Rivadavia y la calle Dr. Alfredo Palacios (Avellaneda) al Sur;
la Av. Remedios de Escalada de San Martín (Avellaneda) y la Av. Sáenz (Barracas) al Oeste;
la Av. Perito Moreno, la Av. Amancio Alcorta y la av. Gral. Iriarte (Barracas) al Norte;
en adelante denominado SUR, surge el proyecto urbano expuesto en el presente trabajo y se regirá por las siguientes intenciones:
Venimos a rescatar a los fantasmas que frente a los feroces reflectores del progreso corren riesgo de desaparición. Venimos a reivindicar lo particular, lo singular, lo marginal que durante tanto tiempo ha sido relegado.
Nos han querido convencer de que la Razón es la única creadora de sentido destruyendo con total impunidad lo que representa para ellos un obstáculo. Nosotros venimos a replicar que el sentido se construye desde una mirada sensible de la realidad que “(…) no es homogénea ni vacía, sino por el contrario que está cargada de cualidades” también de sombras.
Rodeado por formas irracionales, liderado por laberintos sin fin, con una costa desdeñada y caminos que llevan al olvido, el SUR aparece como lugar en donde los fantasmas no han desaparecido.
El SUR, nuestro SUR, no tiene ni anverso ni reverso, ni externo muro, ni secreto centro. Riguroso su camino, que tercamente se bifurca en otros tiene fin, un fin que infinitamente se replica. Un fin cuya extraña forma plural da horror a la maraña que entretejido se va conformando o deja de existir. Nada esperes, ni siquiera juzgues. Esa maraña, esa extraña, se toma de la ciudad. No da miedo: la inmortaliza, la disuelve; construye y reconstruye íntimamente su identidad.
En el SUR, en nuestro SUR la tensión es lo que predomina, es la que denota su densidad, una densidad propia de su historia, de su memoria material. Una tensión que surge de fuerzas, de choques que generan encuentros y desencuentros, que generan acontecimientos. Y así los intersticios aparecen conformando espacios que sugieren posibilidades de intercambio, espacios que permiten duraciones cuyo ritmo se contrapone al que imponen los Escépticos Racionalistas. Se vive el tiempo en otra escala. “Nadie ignora que el Sur empieza del otro lado de Rivadavia. Dahlmann solía repetir que ello no es una convención y que quien atraviesa esa calle entra en un mundo más antiguo y más firme” en un mundo detenido en el tiempo.
Los Escépticos Racionalistas nos quieren imponer una ciudad homogénea, pulcra, certificada, genérica, sedada, sumergida en una espeluznante calma. En cuanto a sus ideas, no creemos que nadie las haya jamás tomado en serio, puesto que la ciudad no es otra cosa que heterogeneidad, mugre, humedad que emerge de las texturas gastadas paredes de su infraestructura, infraestructura que se quiso obsoleta para hoy poder actuar sobre ella como si no hubiera nada y así poder imponer otro sur, un sur ajeno, indiferente.
Nosotros aquí venimos a reivindicar el SUR. No queremos otro SUR, queremos nuestro SUR con sus fantasmas y sus escondites, con sus intersticios y laberintos, con sus texturas y sus tangos. Venimos a validar el uso desganado del SUR, planteamos que SUR en principio ajeno, se vuelva real.