Teatro-galpón Victoriano Arena
Autor: Vera Pedraza, Julián
Cátedra: Taller AVB, FADU, UBA
Nivel: Proyecto arquitectónico
Año: 2018
Segundo Premio Categoría Estudiantil,
Espacio Público,
4 Bienal de Diseño - FADU, UBA
El Teatro Galpón – Victoriano Arenas surge dentro del marco del proyecto urbano Recóndito Sur que propone revitalizar los márgenes del Riachuelo en los barrios de Avellaneda y Barracas a través de pequeñas intervenciones particulares, no homogeneizadoras, ni totalizantes. En este contexto, aparece el meandro como un nodo importante sobre el cual se erige el teatro, activador cultural de una zona de la ciudad que ha sido marginada y relegada al olvido. El teatro se interpone como parte de una red de intervenciones parciales que buscan urbanizar el tejido informal de la villa Zavaleta no sólo a través de infraestructura sanitaria y vial sino también mediante la creación de centros de trabajo, de educación y de cultura. Frente a uno de los bordes de la villa Zavaleta el teatro se implanta estratégicamente en el meandro, enclave geográfico que ha sobrevivido a la rectificación del riachuelo. Esto da cuenta de aquel vestigio de la llanura pampeana que subyace a la ciudad. Se hace presente en este lugar la ambivalencia latinoamericana, aquella dialéctica entre naturaleza y ciudad que es inherente a la ficción urbana.
¿Cómo exaltar la relación de la llanura y la ciudad? ¿Cómo mediar entre el río y sus orillas? ¿Qué tipo de teatro debería estar en este emplazamiento particular? ¿Cómo hacer verdaderamente un teatro que funcione como centro activador del arte y la cultura para la gente del propio lugar? Empezaron a aparecer entonces indicios del propio paisaje: fábricas, galpones abandonados, estructuras obsoletas, ruinas industriales pero que sin embargo subsistieron al paso del tiempo otorgando carácter al territorio y formando la memoria colectiva del entorno.
“Pero la tecnoestética no tiene como categoría principal la contemplación. Es en el uso, en la acción, cuando se convierte en orgásmica, de algún modo, medio táctil y motor de estimulación." [1]
Simondon introduce el concepto tecnoestética adjudicándole a la belleza de un objeto no sólo el atributo de la contemplación sino también el de su funcionamiento. Es entonces que aquellas estructuras de acero reticuladas desparramadas en los alrededores comenzaron a esbozar la estética del teatro. Estética exaltada por su funcionamiento ya que las estructuras reticuladas de barras permiten salvar grandes luces con pocos apoyos. Y a su vez mediante el empleo de un escenario dividido en franjas que pueden bajar o subir es decir que puede ser escenario, gradas o simplemente estar a nivel del suelo y mediante el uso de gradas retráctiles y un portón levadizo el teatro es una máquina que puede ser teatro o un salón de usos múltiples, de exposiciones, de eventos, se puede abrir hacia afuera y brindar un recital al aire libre, o hacer los festejos de carnaval las noches de verano.
“La heterotopía tiene el poder de yuxtaponer en un solo lugar real múltiples emplazamientos que son en sí mismos incompatibles.” [2]
El teatro es entonces un teatro y un lugar otro al mismo tiempo, se transforma el mismo espacio en distintos emplazamientos que otorgan a quienes lo habitan una multiplicidad de funciones acorde a sus necesidades. La estructura que lo sostiene es su propia expresión exaltando sus cualidades y construyendo cultura. Esto permite que sea un edificio flexible, no en tanto que está vacío sino capaz de sostener y soportar sus diversos usos, que incluso pueden llegar a resultar contradictorios entre sí. A su vez también el edificio resuelve las gradas para la cancha del club lindero Victoriano Arenas, el mismo sistema estructural arma la estación de tren en el meandro, el puente que une las dos orillas, es decir que va construyendo el paisaje, tomando dimensión del territorio en el cual está inmerso.
Un puente peatonal de carácter industrial cruza el Riachuelo y llega a una plataforma, la cual está cubierta de cerchas, algunas ya oxidadas y envilecidas por enredaderas y matorrales. En esta plataforma, que toma el desnivel existente en la orilla del meandro, convergen el paseo costero de borde y la plaza lineal al costado de la estación de tren para poder acceder al teatro. Esta plataforma conforma un umbral entre el paisaje y el teatro, el afuera y el adentro, lugar que contiene a quienes vayan a entrar o a quienes simplemente estén pasando por ahí.
El programa se resuelve en tres plantas que toma el desnivel geográfico del meandro. Se toma como cota mínima las vías del tren a +1,00m de la cancha existente. La planta de acceso se sitúa en la cota +5.00 tomándose del pólder de la orilla; el auditorio se sitúa en la planta +1,00 en relación directa con el parque público propuesto; y los palcos y salas de exposiciones en la cota +8,00.
En los espacios interiores se buscó generar relaciones visuales con el exterior, encuadres específicos para establecer diálogos implícitos entre el adentro y el afuera como así también lugares de calidad, con luz y ventilación natural para los trabajadores y trabajadoras del teatro.
El Teatro-Galpón emerge intrínsecamente relacionado con el paisaje, lo construye dialogando con el entorno, uniendo las dos orillas, constituyendo espacio público y creando la poética del lugar. De esta forma toma dimensión del territorio en el cual está inmerso.
[1] Simondon, G. ;
[2] Foucault;